Por
que hablar del dolor y sufrimiento en la sociedad actual esta casi prohibido?
No se si usted estimado amigo, pero hablar sobre estos temas se ha vuelto casi
tabú y considerar estos temas a un punto de “prohibidos” por ciertos círculos
profesionales en salud mental y la sociedad en general.
Sabemos
que el dolor es algo que siempre ha estado presente a lo largo de la historia
de la humanidad, porque no estudiar temas profundos como son la muerte, el
duelo, exponerlo y estudiarlos? Es nuestra sociedad tan madura como se jacta,
que ha dejado un lado temas de total interés y los mira con indiferencia? bueno
estas ironías es con la que contamos al día de hoy.
La
dictadura de la “felicidad” que es tan promulgada por los canales virtuales no
es suficiente y ya no funciona, la pandemia de hace dos años desnudo tanto a la humanidad y puso
a exposición un tema que ahora mas que nunca es necesario tocar.
La
sociedad necesita hablar sobre dolor y sufrimiento, mas aun cuando estamos
rodeados de duras realidades donde hay personas sufriendo en silencio debido a
la indiferencia de la comunidad, el educar a una sociedad sobre esta temática,
se que resulta titánico, no todos están dispuestos a educarse sobre este tema y
mas aun trabajar y acompañar a un doliente.
Son
muchas personas que este año han perdido un ser querido por un suicidio, en
Ecuador no hay cifras claras sobre cuantas muertes se han producido por
aquello, mientras tanto muchos casos quedaran olvidados en el tiempo. Asi mismo
hay personas que se preguntan que deben de hacer o como deben de actuar ante un
familiar o amigo que que esta presentando ideación suicida, y se pregunta que hacer para sostenerlo en momentos de vulnerabilidad emocional.
A
continuación les detallo las recomendaciones que el proyecto ISNISS, tópicos
claves para poder ayudar y acompañar en una situación de crisis emocional.
¿QUÉ HACER EN CASO SOSPECHAR QUE EXISTE
IDEACIÓN SUICIDA?
· Asegúrate
de que no existe un plan estructurado de quitarse la vida.
Preguntas clave : cuándo, dónde, cómo, por qué y para qué.
· Investiga y aprende, todo lo posible sobre la conducta suicida para poder comprenderla.
· Establece un diálogo abierto y directo, en un clima adecuado de confianza en el que la persona se sienta segura para hablar con sinceridad.
· Pregunta, escucha e interésate por lo que la persona dice:
-Pídele que te ayude a entender lo que le pasa.
-Pregunta abiertamente que es lo que necesita, y cómo puedes ayudar.
· Valora y valida sus emociones sin opinar ni juzgar si son
«apropiadas o no».
· Evita frases del tipo «eso es una tontería», o « ya se te pasará».
· Intenta averiguar las causas que están provocando la conducta
suicida.
· Refuerza y alienta cualquier progreso.
· No buscar quitar ideas de autolesión o de suicidio. Lo importante
es aplazar la decisión.
· No hagas promesas que no puedas cumplir. No prometas secreto ni
confidencialidad.
· Limita fuentes y objetos peligrosos. Evita lugares en altura.
· Escucha el doble y habla la mitad (introduce preguntas desde lo emocional, siembra la ambivalencia)
. Utiliza la comunicación en espejo.
· Protege, acompaña y ayuda a solicitar y recibir ayuda.
· Educa a
afrontar y sostener los vaivenes de la vida.
· Fortalece la autoestima. Enriquece el contacto
Busca
asesoramiento y ayuda profesional.
¿QUÉ NO HACER EN CASO SOSPECHAR QUE EXISTE
IDEACIÓN SUICIDA?
· No te asustes, no muestres pánico rechazo o incomprensión.
· No te enfades, discutas, amenaces o hagas comparaciones, sé
consciente de que, habitualmente, la persona que se lesiona está sufriendo, y
no sabe cómo afrontar la situación por la que está pasando. Intenta evitar los
gritos, las acusaciones y las amenazas.
· No culpabilices: evita frases del tipo, “deja de hacer eso
que nos estás haciendo daño”.
· No hagas reproches por sus sentimientos actuales. “¿cómo
puedes decir eso? Lo tienes todo”.
· No minimices lo que siente, piensa o quiere “Eso se pasa
con los años”, “tienes toda la vida por delante.
· No utilices sarcasmos.
· No ignores la conducta ni la minimices. No ignorar amenazas de
suicidio. Toma sus amenazas en serio. Evita frases del tipo “no digas
más tonterías”, “anda… anda”..
· No juzgues ni critiques en caso de tener que expresar sentimientos
negativos o malestar, hazlo de forma clara, con firmeza, dejando claro el
motivo del disgusto, pero sin criticar a la persona, dejando claro que lo que
está mal es el comportamiento, y no la persona: «en este caso no te has
comportado bien» en lugar de «eres malo».
· No castigues, desafíes ni de ningún ultimátum.
· No uses argumentos de chantaje emocional: “si lo haces vas a
destrozar a tu familia”. Cuidado con los problemas previos familiares.
Es importante entender que el suicidio no es culpa de nadie, pero es responsabilidad de todos.
Jonatan Suarez
Psicologo Clinico
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